Escuchamos música por gusto porque nos vemos identificados con un genero musical, quizá por una influencia familiar, o porque cada segundo en nuestra vida la encontramos como en el canto de un pájaro, en el correr de un rio, de una manera mas urbana en los sonidos que genera la ciudad y cada uno de ellos ha sido la inspiración para muchos.

También en historias que han podido recopilar los compositores en un par de renglones por medio de experiencias muchas de ellas relacionadas con el amor como pueden ser amores intensos, desamores, lujuria. O quizás historias vividas en las que nos encontramos representados tal vez parcial o totalmente.

Pero justo ahora escuchaba una canción que me condujo a escribir este post y es porque sencillamente hay canciones que nos transportan en nuestras vidas, que nos ubican en un contexto de nuestra historia, y generamos toda una representación argumental en un par de segundos mientras vamos escuchando una canción. Nos convertimos en actores gracias a abstracciones que hacemos de nuestra mente como las imágenes y pueden llegar a influenciar en nuestro estado de ánimo. Un ejemplo claro seria escuchamos una canción con la cual la pasamos bien en una rumba al volverla escuchar hacemos una búsqueda rápida en nuestra memoria y nos da como respuesta una sensación de querer salir de rumba nuevamente.

También nos puede transportar hacia un estado futuro de ocurrencia; quizás influenciados por un sentimiento o sensación, este ejemplo lo pude vivenciar con un tweet de una niña que escribió de la canción Traga`o de ti “Ojala algún día esto tenga sentido para mi”.

En conclusión cada canción nos transporta en espacio y tiempo por eso la importancia de la música en nuestras vidas nos permite de alguna manera controlar el tiempo, jugar con el, viajando del pasado a un futuro en un instante de tiempo.

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